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Premio al Mérito Restaurantero 2025: La gran gala sibarita de la gastronomía mexicana

La noche del 29 de agosto de 2025 el Claustro de Sor Juana se convirtió en un auténtico templo gastronómico. La CANIRAC celebró la 34ª edición del Premio al Mérito Restaurantero, un evento que se ha consolidado como la cita más elegante y esperada del año para quienes vibran con los placeres de la mesa. Bajo el lema “De México para México, sabores que inspiran”, la velada se transformó en un viaje sensorial que honró la diversidad de cocinas, trayectorias y talentos que hacen de nuestro país un referente sibarita en el mundo.

Un banquete de reconocimientos

Lejos de ser una premiación convencional, esta edición desplegó un tapiz de 17 categorías que narran la riqueza gastronómica de México. Cada galardón fue un tributo a quienes convierten los ingredientes en experiencias, y los fogones en escenarios de arte.

La gran ovación de la noche fue para Lupita Vidal, de La Cevichería Tabasco, distinguida como Chef del Año. Su discurso, sencillo pero contundente, recordó que detrás de cada plato se esconden productores, pescadores y comunidades enteras que dan vida a la cocina tabasqueña. No fue su único triunfo: Vidal también conquistó a la crítica con el reconocimiento de la guía México Gastronómico, consolidándose como una de las chefs más influyentes del país.

En el terreno de los jóvenes talentos, la distinción Chef Joven del Año recayó en Claudia Ruiz Sántiz, del restaurante Kokono, quien con sutileza y audacia ha sabido reinterpretar la tradición chiapaneca. Por su parte, Víctor Garibay, de Fónico, brilló como Persona Joven Emprendedora del Año, demostrando que la visión empresarial también se degusta con pasión.

El reconocimiento a la Cocinera Tradicional del Año fue para Honorina Arroyo Gómez, de Tlaxcala, cuya cocina es un canto a la memoria de los sabores ancestrales. A su lado, Michelle Catarata, de Galea, conquistó la categoría de Chef Repostera del Año, recordándonos que la dulzura también exige maestría y precisión.

Más allá de las fronteras, el premio a Chef Mexicano Destacado en el Extranjero fue para Rafael Covarrubias (Hexagon, Canadá), embajador del espíritu culinario nacional en tierras lejanas. La lista de talentos siguió con nombres como Romina Mendoza (Sommelier del Año), Juan Carlos de la Torre (Café Avellaneda, Barista del Año) y Jaime Morales, del Westin Santa Fe, distinguido como Mixólogo del Año por sus creaciones líquidas que rozan la alquimia.

El Mérito Empresarial Restaurantero del Año fue otorgado a Germán González Bernal, de Maison Kayser, quien ha elevado la panadería artesanal a un símbolo de sofisticación urbana. Y en el ámbito corporativo, Lourdes Catalina de León Ayala, de Gorditas Doña Tota, recibió el premio a Directora de Cadenas del Año, recordando que incluso la tradición más popular tiene un lugar en el refinado mosaico culinario.

Restaurantes que despiertan el paladar

Los establecimientos también tuvieron su noche de gloria. El Mural de los Poblanos recibió el premio a la Cocina Mexicana por su maestría en plasmar los sabores de Puebla. Cascabel fue distinguido por su labor en la Preservación y Promoción de la Gastronomía Mexicana, mientras que La Cocina del Bizco se llevó el reconocimiento a Especialidades Extranjeras, demostrando que el mestizaje de sabores es parte del lujo contemporáneo.

En cuanto a innovación, el premio fue para Crudo de Oaxaca, un laboratorio culinario que lleva el minimalismo y la audacia al plato. La categoría Restaurante de Hoteles celebró a Orfebre Cocina Artesana del JW Marriott Monterrey Valle, confirmando que la hospitalidad y la alta cocina son un matrimonio indisoluble. Y en el rubro sustentable, Mexica Fé, de Mexicali, se erigió como ejemplo de responsabilidad y conciencia verde.

El peso del sector y la elegancia de la ocasión

Durante la ceremonia, Ignacio Alarcón, presidente nacional de CANIRAC, subrayó que la industria restaurantera representa más de 2.57 millones de unidades de negocio, generando el 9 % del empleo en México. Números que confirman que detrás del lujo de una cena también hay desarrollo económico y tejido social. Francisco Mijares, presidente del Premio, lo resumió con precisión: “Este es un homenaje a las madrugadas en cocina, a los sacrificios silenciosos y a los sueños que nacen en una mesa”.

La edición 2025 del Premio al Mérito Restaurantero fue mucho más que una entrega de galardones. Fue una celebración sibarita que recordó a México y al mundo que la gastronomía es cultura, es negocio, es pasión y es, sobre todo, arte. Cada premio no solo coronó trayectorias, sino que ofreció al público la certeza de que nuestra mesa sigue siendo uno de los patrimonios más exquisitos que tenemos.

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