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ZU⋅ZU: Un respiro campestre en la Roma

Por: Diana Bedolla

En medio del ajetreo constante de la Ciudad de México, donde todo parece moverse a prisa, existe un lugar que ha logrado crear un refugio para quienes buscan conectar con los sabores auténticos y momentos de calma. ZU⋅ZU Cocina de campo no es un restaurante cualquiera; es una experiencia que te transporta al corazón del campo mexicano, justo en el centro de la colonia Roma.

Un espacio que se siente bien desde el primer momento

Al entrar a ZU⋅ZU, lo primero que notas es la tranquilidad. Ubicado en una de las terrazas más agradables de la Roma Norte, el restaurante tiene esa cualidad especial de hacerte sentir como si hubieras salido de la ciudad, aunque estés en pleno centro urbano. No es un lugar pretencioso ni sobre-diseñado; su encanto está en su sencillez.

Las mesas de madera, las plantas que decoran el espacio y la luz natural que baña toda la terraza crean una atmósfera perfecta para disfrutar de una comida sin prisa. Puedes sentarte cerca de las jardineras y observar cómo la brisa mueve suavemente las hojas de las plantas, o elegir una mesa en la sombra para leer mientras disfrutas de un café. Es ese tipo de lugar donde el tiempo parece pasar más lento, donde las conversaciones fluyen mejor y donde realmente puedes saborear lo que comes.

Una cocina que habla de ingredientes honestos

La filosofía de ZU⋅ZU se refleja claramente en su cocina. La chef Justine Rudoy ha creado un menú que cambia según las estaciones, trabajando siempre con ingredientes frescos y locales. No se trata de cocina complicada o de técnicas extravagantes, sino de sabores bien logrados que respetan el producto original.

Durante mi visita, tuve la oportunidad de probar varios platos, pero dos en particular capturaron perfectamente la esencia de lo que ZU⋅ZU representa:

El risotto de tinta de calamar y hongos es un plato que demuestra cómo se pueden combinar sabores de manera equilibrada. La tierra y el mar se encuentran en cada cucharada: los hongos aportan su sabor terroso y carnoso, mientras que el calamar y su tinta entregan ese profundo sabor a mar. El arroz, cremoso pero con el punto exacto de cocción, hace que el conjunto funcione perfectamente. No es un plato que intente impresionar con fuegos artificiales, sino que convence por su honestidad y ejecución.

El flan de calabaza es quizás el mejor ejemplo de cómo los postres simples pueden ser los más memorables. Tiene ese sabor auténtico a calabaza horneada, con una textura suave que se deshace en la boca. No es demasiado dulce, lo que permite apreciar el sabor natural de la calabaza y las especias suaves que lo acompañan. Es el tipo de postre que te recuerda a aquellos que preparaban las abuelas, hecho con paciencia y cariño.

Coctelería con sentido

En la barra, Nico Zambrano complementa perfectamente la propuesta culinaria con sus cocteles. Aquí no encontrarás mezclas extravagantes ni presentaciones exageradas, sino bebidas bien pensadas donde cada ingrediente tiene una razón de ser. Utiliza hierbas frescas, frutas de temporada y destilados artesanales que vale la pena descubrir.

Lo que más aprecio de su approach es que los cocteles no compiten con la comida, sino que la acompañan. Son bebidas que puedes disfrutar a lo largo de toda la comida sin que dominen el paladar. Prestan atención a los detalles -el hielo claro, la temperatura correcta, los garnishes sencillos- pero sin caer en la ostentación.

El tipo de lugar que la ciudad necesitaba

Después de pasar una tarde en ZU⋅ZU, entendí por qué se ha convertido en un sitio tan especial para muchos. No es solo por la comida -que es muy buena- sino por la experiencia completa. Es el tipo de lugar donde puedes:

  • Llegar solo con un libro y pasar horas cómodamente, sin que nadie te apure
  • Tener una cita donde realmente puedes conversar, gracias al ambiente tranquilo
  • Reunirte con amigos para un brunch de fin de semana que se extiende por horas
  • Celebrar ocasiones especiales sin el formalismo de otros restaurantes
  • Simplemente desconectarte por un rato del estrés diario

La atención también merece mención. El servicio es amable pero no intrusivo, conocen bien el menú y hacen recomendaciones acertadas sin presionar. Se nota que el equipo entiende y cree en la propuesta del restaurante.

Vale la pena conocerlo

ZU⋅ZU Cocina de campo es ese restaurante que terminas recomendando a amigos y al que regresas cuando quieres garantía de una buena experiencia. No es el lugar más fancy de la ciudad, ni el más innovador, pero tiene algo mucho más valioso: autenticidad.

Es un sitio que se mantiene fiel a su concepto de celebrar los sabores del campo mexicano, de trabajar con ingredientes de temporada y de ofrecer un espacio donde realmente puedes disfrutar de la comida y la compañía. En una ciudad llena de opciones gastronómicas, ZU⋅ZU destaca por hacer las cosas simples, pero hacerlas muy bien.

Para tu próxima visita:

  • Dirección: Roma Norte, Ciudad de México
  • Horario: Miércoles a viernes de 14:00 a 23:00 horas, sábados y domingos de 9:00 a 17:00 horas
  • Recomendación: Prueba su menú de temporada y no te saltes el postre
  • Ideal para: Comidas tranquilas, brunch de fin de semana o cenas informales
  • Redes sociales: @zuzu.restaurante en Instagram

ZU⋅ZU es una de esas adiciones valiosas al panorama gastronómico de la ciudad – un lugar que entiende que a veces, lo mejor que puede ofrecer un restaurante es permitirte disfrutar de una buena comida en un ambiente donde te sientes bien.

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